viernes, 17 de agosto de 2012

Aprendiz de mucho, maestro de más...


"[Hay que] preparar a nuestros hijos para su futuro y no para nuestro pasado."  David Thornburg (1990).

Esta frase resumiría todo en lo que estoy involucrado ahora educativamente. 

Empezaré por el principio: Todo el universo se ha alineado.

Sí, siempre pensé que mis múltiples y diversas experiencias profesionales me convertirían como me decía (a menudo) mi padre en "aprendiz de mucho, y maestro de nada"... pero como en otras cosas, mi "optimista" padre se equivocó, y yo también, dicho sea de paso...

Soy licenciado en Historia del arte, pero mi carrera profesional ha ido desde diseñador gráfico y web, hasta profesor, comisario de arte, crítico, escritor o redactor de televisión, pasando por vendedor de teléfonos móviles e incluso repartidor... hasta que hice un CV que cuando lo leyó mi madre (que se lo di la última vez que me quedé en paro...) me dijo "¿Tu has hecho todas estas cosas?" con cara como diciendo "no es bueno mentir", también muy "optimista" ... pero no mentía, y sin embargo le di el CV "reducido"... ese que elaboré después que me asesoraran (y bien) sobre que no debía poner toda mi experiencia "mezclada", porque se le quita valor... 

Pero aunque pensé que estaba "disparando" hacía diversos lados, ahora todo se ha alineado, se ha enfocado y toda la experiencia profesional la he canalizado (o se ha canalizado sola...), creando un perfil profesional que actualmente se habla mucho de él en el ámbito educativo, y del que se hablará más en el mañana. Y mira tu por donde me describe. Y sólo se puede tener si previamente se ha tenido TODA mi experiencia. Ya veis... Si al final seré maestro de algo... 

Y eso ocurre cuando tiene que ocurrir. Así de simple. 

Ahora que estoy inmerso plenamente como alumno en el curso online de e-learning para docentes de Ártica , y al mismo tiempo como profesor en otro curso,  junto a mi experiencia en el mundo de la cultura, la educación y las últimas tecnologías, y coincidiendo que tengo una hija pequeña (2 años) y otro que viene en camino..., me ha hecho pensar mucho sobre la enseñanza y la educación de los hijos, nuestros pequeños grandes "nativos digitales". Y pensar en el concepto de e-pedagogía. 



Ellos usan las nuevas tecnologías no como un medio sino como un fin en sí mismas. No son herramientas, son una forma de vida, que ya está implantada, y sólo hay que ver a los pequeños usando tablets (personalmente me sigue impresionando ver cómo la usa mi hija de 2 años...), para ellos son sólo  "juegos de niños" la verdad... y aunque pueda parecer una frivolidad (yo antes estaba en ese grupo de opinión) e incluso peligroso (para los más alarmistas), si analizamos en detalle y con espíritu constructivo, vemos como nuestros hijos evolucionan con pies de gigantes, usando estas tecnologías, que para ellos son habituales, y eso ya no es "sólo"  un "juego de niños", o tal vez sí, y esa sea la mejor forma de aprender: Jugando.




Y como todo apunta en la "nueva" enseñanza (e-pedagogía), harán falta docentes que comprendan esta tendencia, que los motive, que los incentive, y que los entienda... los profesores serán asesores o guías, en una docencia en el que los propios alumnos generarán el contenido de sus estudios, junto al profesor, lo compartirán con el mundo, y con otros alumnos de su país o de otros, rompiendo las barreras físicas, y contribuyendo a una cultura común.  Pero también necesitarán a un guía, el cual debe comprender los lenguajes digitales, haber generado contenido, trabajado con las herramientas, ser un docente 3.0 o incluso 4.0, y al mismo tiempo tenga la base académica, y pedagógica para sacar lo mejor de cada alumno en este sistema educativo colaborativo. Poco a poco  las nuevas tecnologías de la información serán parte del sistema educativo, mientras que ya son parte de la sociedad, y la educación debe ir siempre por delante, mientras que ahora va rezagada, lo que ha generado parte del conflicto educativo actual  y en su extensión laboral también.






Los alumnos que usan en su día a día, smartphone, tablet, pc... y están en twitter, facebook, tuenti.. que se manejan con las wikis, y que hablan con gente del mundo mediante skype... que editan sus propias canciones, y vídeos y los suben a youtube, que disponen de cientos de herramientas online que usan a diario... en definitiva una generación que no sólo consume contenido, sino que lo genera y lo comparteuna generación que no se está formando en la era del texto sino en el audiovisual, no se le puede ignorar, y seguir "intentando" "educar" con métodos del siglo XIX y principios del XX,  sistemas herederos de la revolución industrial en el que se licenciaban alumnos como de una cadena de montaje fuera, en el que se definía sus destinos laborales por elecciones no por cómo eran los alumnos o lo qué hacían. No, el futuro, si queremos tenerlo, no va por ese camino, sino por la e-pedagogía. 



Y en este modelo educativo harán falta profesionales que lo entienda, y que tengan experiencia multidisciplinar.

Si algo caracteriza la era digital, es por el constante movimiento, el constante aprendizaje, formación continua, ya que todos los días aparece un elemento nuevo, por lo que siempre hay que estar en activo, y a la última. Por lo que al final se podría decir que siempre somos "aprendices" en esta era digital, siempre estamos aprendiendo, constantemente, juntos, alumno y profesor. 

Sí, en efecto, todo el universo se ha alineado, y toda mi experiencia profesional se ha enfocado, cobra sentido en una única profesión: guía, asesor, profesor 3.0.

Y finalmente puedo decirle a mi padre, que he sido y soy "aprendiz de mucho, maestro de más"... como muchos otros que viven esta era digital.

Y como muestra un botón, un artículo interesante de Jason Ohler que habla de la necesidad de que en las aulas se enseñe como asignatura básica el arte, aunque yo lo llamaría "diseño":



Agradezco a mis compañeros y también ahora profesores de Ártica por haberme facilitado gran parte del contenido que he usado para este artículo de opinión como son los vídeos.



miércoles, 15 de agosto de 2012

Soledad, violencia, infierno, redención, cielo, salvación.....


Hoy cine: 

Crítica de la película Redención (Tyrannosaur) (2011) de Paddy Considine. 


 Soledad, violencia, infierno, redención, cielo, salvación.....

Tyrannosaur (2011), es la puesta de largo del cortometraje "Dog Altogether", ambos del mismo director, Paddy Considine, mismos protagonistas, y misma intensidad. 



Y es precisamente donde esta película destaca, por la intensidad, tanto de la forma como en el modo. Ya que a pesar de partir de una base conocida y muchas veces tratada, como son los temas por desgracia universales del ser humano, como la soledad, violencia, maltrato, familias disociadas, alcoholismo, etc... en el film de Considine están tratados con una fuerza arrebatadora y violencia contenida, que se mezcla a su vez con el maltrato violento del alma y del cuerpo, de victimas y verdugos, venganzas y ajusticiamientos, del pasado y del presente, que no vemos pero que conocemos, por detalles, por sombras, por ausencias, por miradas, por moratones.... Y es ahí, en ese equilibrio de fuerzas donde está la mayor virtud de Tyrannosaur, es ahí, donde pasamos de ser espectadores a ser cómplices y confesores, inmóviles, en la sala y fuera, es ahí donde encontramos el sentido de la redención, porque todos somos culpables, porque todos mandamos cartas diciendo "yo también lo haría", pero que sólo algunos se atreven hacer, y le volvemos la cara. Pues la violencia nos repudia, aunque esté en nuestras entrañas humanas, y la obra de Paddy Considine la ha sacado fuera, desde el corazón de cada espectador, que ingenuo juzgaba los actos de otro, cuando habla de los actos realizados o no por cada uno de nosotros. Y esa catarsis se consigue al final de la película, cuando acaba, y se contempla en conjunto y uno es consciente de lo que ha visto, quedando como un rondó, perfecta.


Y esa perfección se consigue gracias a un guión trabajado, devorado por el autor. Un guión bien hilvanado, como el que trama la tela de una araña, que te atrapa. Su desarrollo nos parece como una montaña rusa, a veces nos parece genial, profundo, innovador, pero otras parece maniqueo, simple, vacío. Pero es en el final, cuando se cierra el círculo, cuando las partes vacías se llenan de sentido fílmico y narrativa más profunda de lo que aparentaba. 


El otro pilar de la película son las soberbias actuaciones de la pareja protagonista. Interpretaciones que te golpean sin piedad el alma. Por un lado el realismo brutal del genial Peter Mullan, Joseph, actuación y personaje complejo. Alcohólico, violento, solitario, y amargado, con un pasado turbio y un futuro incierto, con muchas capas de profundidad, y miles de detalles, en su rostro, en sus manos, en el timbre de su voz, en sus silencios... más humano de lo que quisiéramos, y con más de cada uno de nosotros de lo que admitiríamos... nos obliga a plantearnos perdonar actos que no se nombran. del pasado, por los actos del presente, sin concesión a la metamorfosis milagrosa de otros film, y es precisamente ese otro punto fuerte y diferenciador de Tyrannosaur.

Por otro lado la actuación igualmente realista, y maravillosa de Olivia Colman como Hannah, mujer religiosa y generosa, de presunta vida cómoda, pero que pronto se torna en oscura, llena de miedos y vacíos, humillaciones y castigos...llena de soledad acompañada... vulnerabilidad a flor de piel, que no frágil... sensibilidad hipnótica que te atrapa, cercanía atroz, pues transmite que puede ser cualquiera, y en su anonimato está el dolor. Personaje que parece la antítesis de Joseph, pero que es mucho más complejo, pues ambos son espejos del otro, de lo bueno y de lo malo, y a fin de cuentas son espejos del espectador, del ser humano. Y es ese otro elemento fuerte de Tyrannosaur.

El equilibrio y detonante: la ausencia pero constante presencia de otro personaje que da nombre al film (original), lo que muestra otra genialidad narrativa de su autor, el cual también sabe usar la combinación de cálidos y fríos en la fotografía, y jugar con las luces, y las sombras. Todo para plantearnos un mundo sucio, frío, distante, realista... pero al mismo tiempo introducirnos en los recovecos oscuros y candentes del alma.

En resumen una más que notable película que te hará viajar por la soledad, violencia, infierno, redención, cielo, y salvación..... mostrada con una sutileza aplastante, por lo que no será del gusto de todos.